Normalmente o habitualmente mejor, antes de escribir algo en el blog voy pensando en que decir y como decir, de modo que cuando me pongo a escribir mas o menos las ideas están de algún modo algo maduradas, sin que ello signifique quitarle espontaneidad, ya que mas de una ocasión sobre la marcha he cambiado o ampliado alguna idea, en realidad aprender el viejo y hermoso oficio de escribir me está encantando, quizá debería haberme lanzado a esta aventura íntima, vital hace muchos años, pero las circunstancias, las desidias, los desconocimientos y seguramente un largo etcétera de justificativos, me han impedido disfrutar el escribir para compartir, pero también es una verdad de perogrullo que nunca es tarde para empezar, así sea con yerros y tropiezos, finalmente a mi edad seguramente me permitirán algunas licencias y varias deficiencias, no pretendo volverme de la noche a la mañana un hombre de letras, vaya pretensión, sólo quiero compartir con mis amig@s, sólo eso y contarles como vivo un proceso tan difícil de sobrellevar una enfermedad sin cura que te va matando lenta y certeramente.
Las respuestas recibidas los últimos días me han reconfortado y me dan ánimo a seguir compartiendo mis vivencias, pero hoy, ayer y estos días han sido días en blanco, no he podido madurar mis ideas, por el contrario voy sintiendo que cada vez tengo menos respuestas y mas preguntas, siempre uno trata de comprender las situaciones, encontrar respuestas y justificaciones, pero que pasa cuando la realidad es mas fuerte y no encuentras respuestas, no terminas de entender la situación por la que atraviesas, cuando te preguntas machaconamente y sin respuestas ¿donde he fallado, que hemos hecho mal, donde estuvo el error, tomamos el camino correcto, razonamos con inteligencia, tomamos las decisiones adecuadas? no he encontrado respuestas, algunos esbozos si, pero no respuestas, nada que me convenza, que me de seguridad, no se si he fallado o me equivocado o simplemente las circunstancias me tocaron duras. Varias veces decimos que uno mismo es constructor de su propio destino, en ese caso yo lo construí mal, o es simplemente es acicate para no dejarse vencer por la realidad cruda y dura, es que soy un convencido que el hombre tiene un instrumento maravilloso que le ha permitido conquistar mares, tierras lejanas, cielos y espacios, avances tecnológicos, todo gracias a su voluntad, su voluntad lo ha hecho dueño y señor del planeta, pero también lo ha llevado a la codicia, lo que significa que su voluntad se volvió egoísta y gris, ya no es sólo la luz de sus ideas sino son también las luces de neón las que iluminan nuestros pasos.
Mi atormento se puede resumir en una frase, ¿qué es el destino?, es algo que se pueda construir paso a paso, con esfuerzo y trabajo y algo de talento, o son circunstancias al azar que nos toca como en la rueda de la fortuna hoy puedes estar arriba y mañana abajo, hoy la gloria, mañana la miseria, hoy la pena y mañana la alegría, sin que nadie gobierne las circunstancias estas están allí, caprichosas, veleidosas, injustas e implacables, sobre ellas o con ellas tenemos que vivir, acomodarnos lo mejor posible a sus designios, con optimismo, porque el pesimismo no es políticamente correcto, es una actitud perdedora, es socialmente inadecuada, el futuro está en los hombres con ansias de poder y de gloria, así construimos nuestro imaginario de futuro y lo transmitimos a nuestros hijos como valores fundamentales para una vida exitosa.
Hoy desde mi postración quizá por impotencia, quizá por pensar mucho y mal, o quizá simplemente por cuestionarme, es así de lineal la vida, no es que pasamos por alto otros valores, otras maneras de comprender la vida, como hacemos para estar en paz con tus circunstancias, particularmente si estas son adversas, porque el éxito te encandila y no te cuestiona nada, pero frente al fracaso, a la frustración, la derrota y el desánimo como debemos encarar la vida, que debemos hacer, seguir viendo el futuro porque allí las cosas se arreglan o debemos simplemente aceptar, como designio divino o como destino puro y simple o quizá analizar el pasado y encontrar tus desaciertos que te trajeron al presente, ¿cómo entender el destino cuando te es adverso?, ¿quién es responsable de la desventura? será que es uno mismo o el destino reparte éxitos y tragedias sin ningún criterio, simplemente reparte y lo que te toca, te toca y resignadamente debemos sobrellevar los que toca, con la excusa que siempre habrá alguien que le toco peor, mas bien no es tan grave, agradece lo que tienes. ¿Por qué no puedo decir que estoy disconforme con mi destino?, nunca quise llegar aquí, yo soné serenidad, paz y tranquilidad para el final de mis días, creo que incluso trabaje por ello, soné con ser abuelo, soné con mi vejez, soné muchas cosas, casi todas ellas hoy son una quimera, no es que tuve sueños grandilocuentes, eran sueños pequeños, simples, alcanzables y hasta eran comunes, todos ellos no podré cumplirlos, lamentablemente son el tipo de sueños que no se heredan, son propios, mis hijos tendrán los suyos, seguramente distintos a los míos, ojala, este destino hoy incomprendido para mi, les permita cumplirlos y no les cercene el sueño de cumplir sus sueños, porque esa es la frustración mas dolorosa que algunos y no pocos llevaremos con nosotros a la eternidad, son las cuentas que jamás se saldan, pero tampoco quedan en el inventario se van con uno y se olvidan antes que se olviden de tu presencia, muchos nos recordaran por nuestra presencia muy pocos o nadie nos recordará por nuestros sueños incumplidos, son propios por siempre.